COVID-19: de la vacuna a lo que debemos hacer en Navidad
Reforzar medidas de higiene, de distanciamiento social y usar la mascarilla no cambia en esta etapa temprana de vacunación contra el virus. Entérate lo último sobre la pandemia.
Por Tatiana Pérez Rivera
Entender que estamos en un momento culminante en este periodo de pandemia por COVID-19 es vital para detener la cadena de contagios, aumentar el alcance de la vacuna y, por consiguiente, retomar cierta normalidad a la mayor brevedad. ¿Qué podemos hacer?
El doctor Marcos López Casillas, gerente de investigación del Puerto Rico Public Health Trust, comparte la más reciente información sobre este nuevo coronavirus que ha alterado por completo el ritmo del mundo, como parte del ciclo de charlas virtuales, “Hablemos por ti, por tu futuro”, que la Oficina de Colocaciones de NUC University ideó para conversar sobre temas de actualidad y sobre el mundo laboral.
López contesta la pregunta del momento: ¿de qué está compuesta la vacuna que comenzó a distribuirse en la isla? ¿Del mismo virus?
“Las dos vacunas que tenemos aprobadas no tienen ningún agente infeccioso. La primera que se autorizó para su uso de emergencia es la de Pfizer. El virus SARS-Cov2 tiene 29 proteínas y una de ellas es la de espiga o spike, que es bien abundante. Ya se sabe el código genético del virus y está la receta para hacer esa proteína. La vacuna de Pfizer coge la receta para hacer esa proteína y la pone dentro de una bolita de grasa; lo que nos inyectan es la instrucción para hacer esa proteína. La instrucción se libera y el cuerpo produce esa proteína específica. Cuando la célula dice ‘esta proteína no es de aquí,’ crea un proceso para degradarla y les dicen a otras células del sistema inmunológico, ‘crea anticuerpos contra ellas’”, explica el doctor López.
“Una vez nuestro cuerpo está inmunizado, produzca anticuerpos y vea que hay una infección del virus que causa el COVID-19, cuando vea la proteína de espiga va a coger ese virus y lo va a volver nada porque el sistema inmunológico de nosotros es muy fuerte”, añade López.
Pero la vacuna no desaparece el virus. La vacunación va por fases y toma su tiempo así que debemos seguir protegiéndonos hasta que podamos vacunarnos.
“Lo que nos espera ahora es mantener la guardia”, insiste el científico al señalar que ya el pasado 8 de diciembre sobrepasamos los 60,000 casos de contagio acumulados.
Las estadísticas reflejan que, entre el 30 de noviembre al 8 de diciembre, se diagnosticaron 22 casos nuevos por hora en la isla. Nos queda poco para terminar el año y “si seguimos con esa tendencia con los casos que llevamos en la primera semana de diciembre, podríamos terminar con 8,000 casos más en las últimas dos semanas de diciembre”.
“Eso nos pone en una posición difícil”, advierte ya que eso se traduce en que del 2 al 2.5% de esos casos diagnosticados terminan en fallecimientos y el 73% de esos decesos ocurren en 15 días o menos de la fecha en que la persona se entera de que está infectada.
“La recomendación siempre ha sido muy sencilla. Sabemos que la mayoría de los brotes ocurren dentro del hogar, lo que implica que le hemos abierto la puerta al COVID-19 para que el ciclo siga. Tenemos que tomar precauciones extremas y fuertes en estos días de navidades porque vamos a dejar entrar a nuestros familiares y a muchas personas con el virus. Tenemos que tomar precauciones para no dejar que el virus entre en nuestros hogares. Ya no vamos a poder hacer parrandas, reunirnos con nuestras familias y amigos de la manera de antes; en estas navidades no, en las próxima entendemos que sí, porque estaremos vacunados”.
López reconoce que estamos en un segundo aire en la pandemia, cuya parte crítica es ahora.
“Debemos tener la mente fija en que esto tiene solución. Pronto nos vamos a vacunar todos, no podemos cansarnos antes de darnos la oportunidad de llegar al puente y cruzarlo. Falta poquito. Las cosas van a volver a la normalidad”, insiste el experto para culminar.